Desde MA Psicólogos, especialistas en niños, adolescentes y adultos, vamos a hablar acerca de la atención.
La atención es un componente esencial en nuestras vidas, y no sólo en uno, sino en varios campos. Ya bien sea en el ámbito educativo, en el laboral, en el personal… la atención cobra una dimensión clave a la hora de lograr resultados, aprendizajes y relaciones sanas y empáticas. Hoy vamos a centrarnos en la importancia que tiene una buena atención en el plano relacional. Esto es, en cómo gestionamos la atención a los demás en los diferentes ámbitos de nuestra vida cotidiana.
Vivimos en una sociedad donde debemos mostrar atención (personal) en varias áreas, y en ocasiones no somos conscientes de la importancia que tiene. Ya bien sea con nuestra familia, pareja, amigos, compañeros… la atención que mostremos será un factor diferencial en cómo seamos percibidos y valorados. Esto tiene una doble vertiente, y es que nuestra atención en lo personal afecta en cómo los demás nos ven, pero también en cómo nosotros nos valoramos por la atención mostrada. Evidentemente esto conlleva un gasto emocional alto, pero que sin duda merece la pena. La suma de todo esto afecta a variables tan importantes como la autoestima, el estado de ánimo o el autoconcepto entre otros.
Ya no es sólo prestar atención, es mostrarla
Podemos estar prestando una buena atención en un momento dado, en una situación concreta, pero no estar mostrándola. Imaginemos que nuestra pareja nos está contando algo, le estamos escuchando, pero a la vez estamos mirando nuestro teléfono móvil. La sensación que puede tener nuestra pareja es que no le estamos haciendo ningún caso, aunque ciertamente no sea así. A nivel empático mostrar atención es fundamental. Mostrar atención hace que la otra persona se sienta más valorada, escuchada y entendida. Esto generará que seamos personas más confiables, con una mayor comprensión de las distintas situaciones y que en definitiva proyectemos a los demás un mayor soporte. Supone un pequeño esfuerzo a nivel de implicación emocional, pero tiene grandes beneficios.
En un mundo cada vez más individualista, donde el contacto cara a cara pierde enteros, conservar e incluso potenciar esta cualidad supone una ventaja definitiva en nuestras relaciones personales. Por tanto, esto está intensamente relacionado con la comunicación. Sin duda nuestra comunicación mejorará al mostrar una atención adecuada. No es sólo atender a lo que nos dicen, sino mostrar esa atención, de forma que la comunicación fluirá enormemente. En las distancias cortas suelen tratarse temas importantes y de ahí lo esencial de todo esto. Una correcta comunicación y una buena atención nos ayudarán a mejorar interpersonalmente, tener menos malentendidos y resolver los potenciales problemas que puedan surgir en nuestras vidas. Bien sean problemas leves o más graves, esta herramienta supone un factor muy potente para salir adelante, teniendo en cuenta que esta atención ayudará a la vez a entender de mejor forma a los demás, sus posturas y sus sentimientos. ¿Te atreves a intentarlo?