La influencia de las personas sobre otras

Desde MA Psicólogos, especialistas en niños, adolescentes y adultos, vamos a hablar acerca de la influencia que ejercen sobre nosotros algunas personas.

La influencia es, por definición,  la calidad que otorga capacidad para ejercer determinado control sobre el poder por alguien o algo. Por tanto, ¿a quién no le han influenciado en algún momento de su vida? La respuesta es sencilla, todos hemos tenido influencias, para bien y para mal, que contribuyen a estar en la posición en la que ahora nos encontramos. Mucha influencia es positiva, y nos ayuda a tener perspectiva en momentos donde nos cuesta encontrar respuestas o posiciones adecuadas. Las familias y profesores son piedras angulares en este sentido. Aprender de nuestras decisiones del pasado es un buen ejercicio para mejorar en nuestras vidas.

Uno de los problemas a los que nos vamos a referir aquí tiene que ver con buscar continuamente una visión externa para solucionar nuestros problemas y quehaceres. Es decir, buscar aceptación y por tanto influenciarnos de las visiones externas. Esto es un arma de doble filo, ya que por una parte es bueno ver otras visiones y abrir nuestra perspectiva, pero por otro en ocasiones nuestro propio criterio se ve mermado de forma importante. La cuestión clave es cuándo recurrir a esas visiones externas. Para ello hay que tener la suficiente confianza y seguridad en uno mismo como para tomar decisiones en nuestro día a día en temas cotidianos, y saber qué temas requieren de consejo.

¿Somos muy influenciables?

Hasta aquí estamos hablando de una decisión personal, esto es, preguntar o buscar opinión en otros, pero partiendo de que esa búsqueda es impulsada por nosotros mismos. Algo bien distinto sucede cuando son los demás los que, por su propia iniciativa, nos influyen con sus visiones y comentarios. Aquí ya no estamos buscando nosotros nada, sino que recibimos mensajes externos. Puede ser algo enriquecedor si tenemos el criterio suficiente como para poner en una balanza pros y contras, pero… ¿qué sucede si nos influyen demasiado las opiniones de los demás? Evidentemente en este momento, nuestro criterio pasa directamente al de los demás. La influencia recibida es tal que anula nuestra postura, y ya bien sea por contentar, no discutir o simplemente depender de tales personas, acatamos dicha postura. Esto se convierte en un escenario peligroso, ya que nuestras decisiones dependerán de los demás, y por ende estamos en manos del resto. Si nos paramos a pensar, esto parte de dos conceptos comentados anteriormente: seguridad y confianza en uno mismo. Somos lo que somos debido a nuestras decisiones, y debemos ser críticos con ellas… pero de forma constructiva. Crear un propio criterio es fundamental. No vamos a gustarle a todo el mundo y no siempre lo que hagamos le va a gustar al resto. Debemos partir de ahí para tomar las riendas de nuestras vidas. Lo que no decidamos nosotros, lo decidirán sin ninguna duda los demás. Nuestros valores, creencias y posturas en la vida deben ser reflexionados y meditados. Ver nuestros éxitos y fracasos ayudará a refrendar tales posturas y a la vez entender que en ocasiones erramos y debemos buscar soluciones. No somos perfectos y estamos en constante evolución. Buscar ayuda es muy positivo, pero no para que nos solucionen nuestros problemas siempre, sino para aprender a hacerlo nosotros mismos.

Escuchar las opiniones de los demás es enriquecedor, pero tener criterio y cuestionar constructivamente dichos comentarios es esencial. Debemos ampliar nuestra perspectiva y tratar de ver las cosas de la mejor forma posible. ¿Te atreves a intentarlo?

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