Desde MA Psicólogos Oviedo, especialistas en terapia para niños, adolescentes y adultos vamos a hablar sobre cómo adaptarnos a las normas cuando nos cuesta o no estamos del todo de acuerdo con ellas.
En terapia son muchas las situaciones, sobretodo cuando trabajamos en terapia familiar y con niños y adolescentes, en las que tenemos que afrontar este tipo de mediaciones y aceptación. Y en la sociedad actual, en constante cambio, a todos lo niveles cultural, social, etc.
También hemos de convivir, adaptarnos y tolerar. Para vivir sin ansiedad y en paz. Adaptarse a las normas con las que no estamos de acuerdo puede ser un desafío, pero hay estrategias que pueden ayudarte a manejar esta situación de manera constructiva.
En primer lugar debemos reflexionar sobre las normas. Antes de actuar, tómate un momento para reflexionar sobre las normas y tratar de entender su propósito. Pregúntate por qué existen y cuáles podrían ser las razones detrás de ellas. Esto te ayudará a ganar perspectiva y comprender mejor el contexto en el que se aplican.
Además estarás entrenando tu empatía. A partir de ahí, evalúa las consecuencias:
- Considera las consecuencias de no cumplir con las normas.
- Piensa en cómo podría afectar tu vida personal, profesional o social.
A veces, el costo de no adaptarse puede ser demasiado alto, y esto puede influir en tu decisión para acatar las normas. En ocasiones esto no es suficiente y debemos encontrar áreas de compromiso, identificando si hay algún margen de flexibilidad dentro de las normas. A veces, se puede encontrar un punto intermedio o una forma de cumplir parcialmente con las normas sin comprometer tus valores o principios fundamentales. No es para nada descabellado comunicar nuestras preocupaciones: Si tienes la oportunidad de expresar tus preocupaciones o desacuerdos de manera respetuosa, hazlo. Así estarás entrando tú asertividad.
Explica tus puntos de vista de manera clara y fundamentada, escuchando también los argumentos de los demás. Aunque no siempre se logre un cambio inmediato, expresar tus inquietudes generará un diálogo y promoverá una mayor comprensión. Llegados a un punto, quizás debamos encontrar formas alternativas de expresión. Si no puedes cambiar las normas directamente, busca formas alternativas de expresar tus valores o intereses.
Puede ser a través de actividades, proyectos personales o espacios en los que puedas manifestar tu identidad y preferencias de manera más libre.También puede ser de ayuda buscar apoyo. Si te resulta difícil adaptarte a las normas, busca apoyo en personas que compartan tus inquietudes o que puedan brindarte orientación y perspectivas diferentes. Puede ser útil hablar con amigos, familiares o incluso buscar grupos o comunidades en línea que aborden temas similares.
Recuerda que adaptarse a las normas no significa necesariamente renunciar a tus valores o principios, sino encontrar formas de lidiar con ellas de manera constructiva. Ser tolerante sin renunciar a uno mismo.
Sin embargo, en situaciones en las que las normas sean injustas o éticamente cuestionables, es importante considerar si hay acciones más significativas que puedas tomar, como abogar por el cambio o buscar apoyo en movimientos dedicados a promover transformaciones sociales positivas.