Desde MA Psicólogos Oviedo, especialistas en terapia para niños, adolescentes y adultos hoy os ponemos el foco en la asertividad y las habilidades sociales. Concretamente sobre cómo abordar una charla con un amigo o ser querido para decirle que está haciendo algo mal.
Abordar una conversación con un amigo para señalar que está haciendo algo mal puede ser delicado, pero es importante si lo haces de manera respetuosa y constructiva. Para empezar, escoge el momento adecuado. Elige un momento en el que ambos estéis relajados y podáis hablar en privado. Evita hacerlo cuando estéis enojados o frustrados, ya que esto puede llevar a una discusión improductiva.
A partir de ese momento, sé directo pero amable. Esto es, comienza la conversación de manera directa, pero utiliza un tono amable y respetuoso. Explica que tienes inquietudes y que quieres hablar sobre ellas porque te importa la amistad y el bienestar de tu amigo.
Usa «yo» en lugar de «tú». En lugar de acusar a tu amigo directamente, utiliza declaraciones en primera persona para expresar tus sentimientos y preocupaciones. Por ejemplo, puedes decir: «Me siento preocupado/a por…» en lugar de «Tú siempre haces esto mal». Una herramienta que puede servir de ayuda es proporcionar ejemplos concretos. Si es posible, proporciona ejemplos específicos de la situación o el comportamiento que te preocupa. Esto ayuda a tu amigo a entender mejor lo que estás señalando. Es imprescindible que escuchemos activamente. Permítele a tu amigo hablar y expresar sus puntos de vista. Escucha con atención y muestra empatía hacia sus sentimientos y perspectivas.
Una vez llegados a esta conversación, es necesario ofrecer soluciones o sugerencias. En lugar de simplemente criticar, sugiere soluciones o alternativas que puedan ayudar a tu amigo a mejorar la situación. Sé constructivo en tus comentarios. Debemos mantener la calma ya que es posible que tu amigo reaccione con defensividad o negación. Mantén la calma y evita entrar en una discusión acalorada. Si es necesario, toma un descanso y vuelve a la conversación más tarde.
En ocasiones funciona muy bien el compromiso mutuo, que tiene que ver con trabajar junto con tu amigo para encontrar una solución o un plan de acción que ambos estén dispuestos a seguir. El objetivo es mejorar la situación, no ganar una discusión. Todo esto desde la más estricta confidencialidad. Si la situación es delicada o privada, asegura a tu amigo que puedes mantener la conversación en confidencialidad.
Es interesante finalizar la conversación asegurándole a tu amigo que estás ahí para apoyarlo y que valoras la amistad. Deja claro que tu intención es ayudar, no juzgar o criticar… Y recuerda que abordar a un amigo con críticas constructivas puede ser difícil, pero si se hace con empatía y respeto, puede fortalecer la amistad y ayudar a tu amigo a crecer y mejorar.
Mejora tus relaciones a través de la comunicación funcional y la asertividad.