Son muchos los casos de hombres que durante una relación sexual experimentan dificultades para conseguir o mantener la erección.
No siempre que ocurre responde a algún tipo de patología, en ocasiones es un hecho aislado, fruto del cansancio, preocupaciones, inapetencia… Por el que no hemos de preocuparnos.
El problema surge cuando se repite con cierta frecuencia y cercanía en el tiempo generando frustración y falta de deseo sexual.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de disfunción eréctil?
El hombre es incapaz de obtener o mantener una erección suficiente como para realizar el coito satisfactoriamente.
Es una situación frecuente, aunque no lo tratemos abiertamente, circunstancia que, sin duda, agrava en cierta medida el problema ya que los mitos y expectativas culturales impiden a muchos hombres buscar ayuda, evitando así al hombre a beneficiarse de un tratamiento relativamente sencillo.