Una falsa creencia de los profesionales sanitarios, y también de la población en general, es que la mayoría de los trastornos del sueño en los ancianos son debidos al propio proceso de envejecimiento, pero realmente se debe atribuir a la presencia de enfermedades. Esta es una relación de tipo bidireccional. Las personas con trastornos del sueño tienden a desarrollar con mayor frecuencia: hipertensión arterial, depresión, enfermedad cardio-vascular; y en sentido inverso, las personas con ese tipo de enfermedades desarrollan con más frecuencia problemas del sueño.
Cada vez son más habituales los trastornos del sueño; nos cuesta conciliar el sueño, nos despertamos durante la noche, etc.
Estudios recientes confirman que entre el 30% y el 40% de los españoles sufre insomnio ocasional alguna vez en su vida.
¿Qué causa el insomnio?
Problemas con la pareja, discusiones con hijos o familiares, dificultades o preocupaciones económicas… suelen ser los disparadores del insomnio.
Las causas siempre suelen ser psicológicas. El estrés es totalmente incompatible con el sueño, y cualquier problema o preocupación en nuestro entorno (familiar, laboral o social), nos provoca estrés, ansiedad, impidiendo conciliar el sueño con normalidad o alterando los ciclos habituales de éste.