Empecemos por identificar a qué nos referimos concretamente cuando hablamos de depresión, puesto que es un término que utilizamos con cierta frecuencia (“estoy depre”) y que en algunos casos puede llegar a asustarnos por vivirla como un estigma o una enfermedad que no tiene cura…
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) la depresión es: “un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración”.
Como podemos comprobar la depresión afecta a muchas áreas de nuestra vida, inhabilitándonos en ocasiones para el cambio, cerrándonos las puertas para salir de la prisión donde nos sitúa, puesto que uno de los principales síntomas es la apatía (falta de energía, bajo estado de ánimo).
No siempre nos afecta en la misma medida puesto que has distintos tipos de depresión:
Depresión severa
Es el grado más alto de la enfermedad generando una incapacidad absoluta para trabajar, estudiar, dormir, comer o realizar cualquier tipo de actividad cotidiana que con anterioridad generaban placer, abandonando así las actividades de esparcimiento y aficiones. Por lo general existe cierta predisposición a padecer la enfermedad, y si bien un caso de depresión severa puede ocurrir solo una vez en la vida, es frecuente que se repita en el tiempo.
Distimia
Es un nivel menos grave de depresión que incluye síntomas crónicos a largo plazo, por lo general un mínimo de 2 años. Es muy fácil confundir un estado de distimia con estrés o cansancio. Los efectos de este tipo de depresión no incapacitan tanto pero impiden un desarrollo normal de los hábitos más comunes. Los síntomas se describen como un “velo de tristeza”, los pacientes no muestran cambios aparentes en la conducta o comportamiento diario pero tienen menos energía, una negatividad general, y sensación de insatisfacción y desesperanza.
Trastorno bipolar
Es bastante infrecuente pero no por ello menos grave. Se caracteriza por cambios cíclicos en el estado de ánimo pasando de fases de ánimo elevado o eufórico (manía) y fases de ánimo bajo (depresión). Cuando la persona atraviesa el período depresivo, es común observar todas las características de una depresión severa. Por su parte cuando se manifiesta el ciclo maníaco, es posible que en la euforia e hiperactividad de esta fase, la persona se vea involucrado en problemas o emprendimientos (económicos, personales, etc.) que luego no podrá manejar.
Depresión pos parto
Sensación de tristeza, llanto repentino y dificultades de la concentración, que se manifiestan aproximadamente a los 4 días posteriores a dar a luz, y desaparecen alrededor de los 10 días. Sin embargo pueden llegar a intensificarse y perdurar. En ese caso se está ante la presencia de una depresión post-parto y es necesario requerir asistencia profesional para superarla.
Desorden Afectivo Emocional
Es la depresión que ocurre en la misma temporada cada año, por lo general durante los meses de otoño o de invierno. También existe una clase más rara, la cual ocurre a principios del verano y termina en el otoño. No es una tristeza normal, debido a que persiste por mucho tiempo y es preciso solicitar ayuda médica.
Depresión Atípica
Las personas con depresión atípica generalmente comen y duermen con exceso, tienen un sentido general de pesadez, y un sentimiento muy fuerte de rechazo.
¿Cuáles son los síntomas de la depresión?
1. Estado de ánimo deprimido.
2. Disminución del placer o interés en cualquier actividad.
3. Aumento o disminución de peso/apetito.
4. Insomnio o hipersomnio.
5. Agitación o enlentecimiento psicomotor.
6. Fatiga o pérdida de energía.
7. Sentimientos excesivos de inutilidad o culpa.
8. Problemas de concentración o toma de decisiones.
9. Ideas recurrentes de muerte o suicidio.
Si en algún momento se perciben algunos de estos síntomas descritos en uno mismo, familiar cercano, pareja o amistades es importante pedir ayuda profesional, puesto que en cualquiera de los casos la persona sufre un importante desgaste anímico que le imposibilita para llevar una vida sana y feliz.
Lo ideal es acudir un psicólogo para realizar una evaluación del caso que permita empezar un tratamiento.
Si tienes dudas sobre si estás ante un caso de depresión o bajo estado de ánimo puedes ponerte en contacto con nosotros y te orientamos de forma gratuita y sin compromiso.
“Nuestro cerebro es el mejor juguete que se ha creado. En él están todos los secretos, incluso el de la felicidad.” (Charlie Chaplin)
El primer paso contra la depresión y/o el bajo estado de ánimo es ponerse en manos de un profesional para adquirir las herramientas necesarias para luchar y volver a la vida que dejamos atrás. Como dijo Chaplin en nosotros mismos está la clave, en ocasiones no somos capaces de encontrarla, he ahí la importancia de pedir ayuda para hacerlo.