Desde MA Psicólogos, especialistas en niños, adolescentes y adultos, vamos a hablar de la importancia de concienciar a nuestros hijos de sus obligaciones.
Sin ninguna duda, el hecho de tener obligaciones no es algo que nos llene de satisfacción, pero siendo realistas, suponen una parte esencial de nuestras vidas. Siempre se ha dicho que lo bonito es disfrutar de los derechos… pero no tanto de las obligaciones. El caso es que llegados a la adultez, entendemos mayoritariamente las obligaciones como algo cotidiano, con lo que tenemos que lidiar y que resultan indispensables para lograr nuestros objetivos. Nuestro trabajo, responsabilidades, educación, cuidados…
Ahora bien… ¿Cómo podemos hacerles entender a nuestros hijos este mundo de las obligaciones? Es evidente que en este campo se va de menos a más, ya que resulta indispensable el crecimiento del niño para la evolución en este aspecto. Lo cierto es que desde edades tempranas podemos empezar a educar y concienciar en el cuidado de los juguetes, objetos… Esto ayudará mucho a comprender que hay cosas que dependen de cómo las tratemos, y si no lo hacemos de forma correcta, o bien las perderemos o las estropearemos. Vamos adquiriendo conciencia de lo que está bien y de lo que está mal, y sobre todo, las consecuencias que tiene un comportamiento u otro.
Hay que crear límites fáciles de comprender
Esto también va ligado a la relación con los demás. Saber cómo debemos relacionarnos, cómo jugar, que se puede hacer, que no…ayudan a crear esos límites necesarios para comprender lo que es una obligación. Alrededor de todo esto surgen “obligaciones cotidianas” que tienen que ver con ciertos hábitos que habrá que saber respetar como son las comidas, horarios, etc. Adquirir adecuadamente esto, ayudará a una mejor adaptación en el mundo de las obligaciones.
El escenario clave que determinará nuestro éxito será el ámbito académico. Es el escenario en el que van a desarrollar gran parte de su tiempo, desde la niñez a la adolescencia. Saber trasladar a nuestros hijos que una de sus obligaciones es ir al colegio es algo que suena fácil pero no lo es tanto. Debemos naturalizar todo lo posible la situación y hacerles entender que supone un paso totalmente normal en sus vidas y que aunque en un principio no sepan cómo va a ser, van a aprender, estar con otros niños, y en definitiva a crecer de forma personal. La connotación debe ser siempre positiva, relacionando el colegio con las ventajas que supone tener conocimientos, el aprendizaje, mejorar, tener amigos…
Más allá incluso, la gran dificultad consiste en concienciar acerca de la importancia que tiene portarse bien y esforzarse en las tareas. Lograr que nuestros hijos asuman y comprendan que su comportamiento y sacrificio debe ir encaminado a enfrentarse a sus retos y a hacerlos lo mejor posible es el objetivo diferencial. Saber transmitir que la dedicación es imprescindible, y que para lograr objetivos debemos trabajar y esforzarnos suponen claves que no podemos dejar de lado.
El objetivo es que nuestros hijos entiendan que ir al colegio es su obligación, y que deben intentar hacer las cosas siempre de la mejor forma posible. Otra cosa es que luego los resultados no sean siempre como esperábamos, pero eso ya es otra cuestión bien distinta. Entender que esa obligación no quita de poder disfrutar de otros hobbies o quehaceres también es parte de este proceso de aprendizaje. Saber que tenemos que enfrentarnos a nuestras obligaciones conociendo que son una parte de nuestras vidas, pero que no son todo. Si conseguimos esto, disfrutaremos más de nuestro día a día y entenderemos de una mejor forma cómo enfrentarnos al resto de retos que la vida nos irá poniendo. ¿Te atreves a intentarlo?