Desde MA Psicólogos, especialistas en niños, adolescentes y adultos vamos a hablar sobre la correcta expresión de nuestros sentimientos y su importancia.
Día a día contestamos a preguntas como: “¿qué tal?” ,“¿cómo estás?”. Sin embargo en muy pocas ocasiones ahondamos en esa respuesta. Bien sea por no alargarla o por no entrar en detalles, solemos quitar importancia y ser breves. “Tirando”, “ahí vamos”, “bien”…
Por supuesto la contestación es más sencilla cuando todo es favorable.
Cuando las cosas no van tan bien, cuesta más tomar la iniciativa de hablar de nuestras emociones y sentimientos.
No vamos a adentrarnos en la cuestión de la expresión de nuestras emociones a los demás. Lo que queremos tratar va dirigido a una cuestión más personal, más individual. Esto es a la correcta expresión de nuestros sentimientos y emociones para con nosotros mismos.
Esto está relacionado con el autoconocimiento que tan importante es para conocer nuestras virtudes y defectos. Sólo conociéndolos podremos centrarnos en mejorar y ser más funcionales día a día, buscando el mayor bienestar posible.
Pero no es fácil
No es fácil reconocer que quizás no estamos en nuestro mejor momento, o que hay áreas de nuestras vidas que debieran mejorar.
La mejor forma de responder ese “¿qué tal?” de forma individual viene determinada por hacerlo por áreas. Ver cómo estamos con nuestra familia por un lado, con nuestra pareja por otro, con los amigos, el trabajo, el tiempo libre, las aficiones…
Sólo así podremos ver con cierta objetividad y perspectiva nuestra situación. Valorar lo bueno, nuestro esfuerzo para conseguirlo, así como ver dónde debemos esforzarnos más o cambiar hábitos para salir adelante.
Dicho de otro modo, sólo sabiendo donde fallamos o no disfrutamos, podremos centrarnos en ello para solucionarlo.
Faltaría más decir que esto no es agradable, pero forma parte de esa aceptación imprescindible para no dejarnos llevar por variables emocionales, y atender a razones y argumentos que favorezcan nuestra sensación de control.
No debemos estar cuestionándonos cómo estamos continuamente, sino periódicamente. Es elemental para fijarnos metas y objetivos.
Ir a por ellos, luchar por conseguirlos y centrarnos en la mejora es parte de ese camino que nos ayudará a estar mejor individualmente, pero también en lo social.
Siempre tendremos nuevos objetivos pasado un tiempo, pero no debemos rehuir esa pregunta clave; ese “¿qué tal?”. Enfrentarnos con la mayor de las motivaciones, asumir que no somos robots y que hay momentos de toda clase.
No centrarnos en exclusiva en los problemas y buscar soluciones es el elemento diferenciador de las personas que poseen una buena inteligencia emocional.
Porque en realidad en esto consiste; en ser capaces de manejar y gestionar nuestras emociones de la mejor forma.
Un proceso que nos llevará toda una vida, pero que está íntimamente relacionada con nuestra funcionalidad y bienestar. ¿Te atreves a intenarlo?
En Ma Psicólogos, trabajamos siempre en inteligencia emocional para mejorar la autoestima de nuestros pacientes y su capacidad de superación. Y también facilita la comunicación no solo en la terapia de pareja si no en cualquier ámbito facilitando enormemente las relaciones sociales y laborales.
En MA Psicólogos Oviedo la inteligencia emocional y la correcta expresión de sentimientos son unos de nuestros pilares fundamentales y siempre es un orgullo ver cómo nuestros pacientes evolucionan en ellos.