Desde MA Psicólogos Oviedo, especialistas en terapia para niños, adolescentes y adultos, hoy os comentamos sobre habilidades comunicativas, concretamente vamos a hablar sobre cómo no ser monotemáticos cuando algo nos preocupa, para evitar entrar en un bucle.
Todos tenemos momentos en los que hay un tema que nos preocupa o nos afecta por encima del resto. Desde una relación a una preocupación laboral, pasando por un objetivo a conseguir o una enfermedad. Estos temas pasan a ocupar el centro de nuestros pensamientos convirtiéndose en preocupaciones.
Cuando adquiere una dimensión grande en nuestra realidad, a veces y sin darnos cuenta, hablamos continuamente de lo mismo. Es decir, que no sólo estamos preocupados y pensamos en ello, sino que hablamos de ello continuamente con las personas de nuestro entorno.
No hay que dejar pasar el tiempo
Pues bien, efectivamente hay que ocuparse de estos problemas que nos afectan, pero tratando de tener perspectiva. Para ello en ocasiones es necesario tomar distancia del problema en sí y buscar soluciones.
Es interesante ser consciente de hasta dónde podemos llegar con nuestras acciones, de modo que si debemos tomar decisiones, valorar los riesgos, pros y contras y alternativas son la base de la solución. Es posible que surjan dudas, ya que evidentemente en estos casos no tenemos toda la seguridad, pero afrontar la situación es lo más adecuado.
Y si no depende de nuestras acciones lo que nos acurre, nos tocará trabajar en aceptación. Aceptar es llevar el entendimiento a un nivel superior, elemento imprescindible para avanzar y no quedarnos anclados.
Hablar de lo que nos ocurre es muy positivo
La comunicación no solo ayuda a intercambiar información con los demás, sino a desahogarnos y valorar otras perspectivas. Pero como todo, en exceso puede volverse perjudicial.
Lo hemos visto con la pandemia y el tema recurrente del Coronavirus. Ha sido tal el bombardeo informativo que llega a un momento en el que termina por generar un efecto contrario, casi aversivo.
En ocasiones, si con nuestras preocupaciones nos volvemos monotemáticos, puede ocurrir lo mismo. Hablar del tema en cierto momento es bueno, pero también debemos practicar la escucha activa con los demás. Atender a sus preocupaciones o temas de conversación. Se trata de ser conscientes de que no debemos absorber las interacciones y que aunque haya circunstancias que nos tengan preocupados, también podemos atender a temas distintos. Es más, nos vendrá muy bien salir de dicha temática por un tiempo.
Si algo nos preocupa, debemos trabajar en ello. Afrontar desde la racionalidad y equilibrio. Siendo conscientes de que si solo atendemos a ese aspecto de la realidad, podemos caer en esa visión de túnel en la que las obsesiones nos impedirán ser funcionales.
Nos desgasta a nosotros y a los que nos rodean. Hacer una autocrítica positiva es clave para ser conscientes de nuestra realidad en momentos determinados.
Comunicarnos de forma sana es posible y como siempre os decimos, mejora notablemente nuestro bienestar y de nuestras relaciones.