Desde MA Psicólogos Oviedo, especialistas en terapia para niños, adolescentes y adultos vamos a hablar acerca del apego en adultos.
Normalmente, cuando hablamos de apego desde una perspectiva psicológica, solemos hacerlo enfatizando en el ámbito infantil, ya que estos vínculos son claves para la formación y fomento de la personalidad, autoestima, seguridad… Pero eso no significa que los apegos en la edad adulta no tengan relevancia, ya que sin duda son una continuación de lo vivido en las primeras etapas vitales. Por ello, para profundizar en esta cuestión debemos tener en cuenta que los apegos en la edad adulta se verán reflejados sobre todo en las relaciones de pareja.
Estilo de apego seguro
El estilo de apego seguro, es representado por personas que ya siendo adultos han tenido una infancia en la que sus cuidadores les han hecho sentir queridos de manera adecuada, funcional y empática, por lo que con sus parejas tienden a tener relaciones sanas. Esto es, relaciones donde la confianza y disfrute se entienden fácilmente, normalmente con buena comunicación y facilidad para establecer vínculos. No se depende de la pareja sino que se desea compartir la vida con ella. Existe una adecuada mezcla de vida individual y vida conjunta. Se valora a la otra persona, haciéndola visible, del mismo modo que muestran desacuerdos cuando surgen de una manera respetuosa y asertiva.
Estilo de apego evitativo
Si hablamos del estilo de apego evitativo, estamos refiriéndonos a los adultos que en su infancia han tenido distancia y frialdad con sus progenitores. Esa indiferencia y tardanza en ciertos cuidados unido a la falta de cariño configuran las principales características del adulto que, ante el acercamiento de su pareja se tiende a sentir incómodo. Esto conlleva una falta de confianza que se traduce en recelo a la hora del bienestar, disfrute y demostración de emociones. La comunicación tampoco será una variable que fluya. Con lo que la dinámica relacional normalmente no se traduce en compartir emociones, inquietudes o intereses de forma habitual. Y el compromiso por ende, no es para nada lo prioritario.
Estilo de apego desorganizado
En cuanto al estilo de apego desorganizado, nos encontramos con adultos que en su infancia han vivido mucha confusión emocional. Esto es, incoherencias y falta de certezas en cuanto a lo que ocurriría a nivel afectivo, no sabiendo de forma firme lo que iba a suceder, generando así inestabilidad emocional. De adultos esto puede llevar a las parejas a un efecto de montaña rusa. Pasamos del temor a la ruptura, a querer espacio, pasando por desear más cariño o no querer brindarlo. Esa falta de coherencia afecta también a la comunicación, que es cambiante. La incertidumbre reina con lo que ello conlleva, relaciones amor-odio.
Estilo de apego ansioso
Finalmente tenemos que hablar del estilo de apego ansioso/ambivalente, nos estamos refiriendo a adultos que siendo niños trataban de estar cerca de su figura de apego. Tanto que esto generaba cierta dependencia de unos padres que no actuaban de manera incondicional con sus hijos. Todo lo contrario, los padres no hacían ver como prioridad la relación con sus hijos. Esa vivencia de incertidumbre lleva a los adultos a ser bastante inseguros en sus relaciones. Una inseguridad que lleva en ocasiones al miedo al abandono, de forma que la dependencia es la principal característica de este tipo de adultos. Hablamos de relaciones donde la dependencia emocional reina y que, por tanto, están alejadas de un vínculo sano o del verdadero amor.
Hacer una profunda reflexión sobre nuestro caso y tipo de apego (y el de personas cercanas) desde la infancia puede ayudarnos a identificar ciertos factores o variables que nos influyen a la hora de relacionarnos y manejarnos en el ámbito emocional.
Elemental para ser conscientes de las distintas situaciones y que son el principio de cualquier tipo de cambio que queramos llevar a cabo a nivel personal.
Fomentar relaciones sanas es tarea de cada componente de la relación, ¿te atreves a trabajar firmemente en tu parte?
1 Comentario
Amelia albarracin
Estoy leyendo y me identifico con apego desorganizado o ansioso soy mayor y ahora mis hijos adultos me mandan al sicólogo