Desde MA Psicólogos Oviedo, especialistas en terapia para niños, adolescentes y adultos, vamos a hablar sobre la importancia de aceptar que no podemos tenerlo todo.
Con la frase “aceptar que no podemos tenerlo todo” no estamos haciendo un alegato victimista, ni ligado a no luchar por nuestros objetivos, metas y sueños. Todo lo contrario, en MA Psicólogos siempre abogamos por intentar sacar adelante todas aquellas metas que nos propongamos, pero es necesario ser realistas y analizar objetivamente las posibilidades al respecto. Pero no nos referimos a eso, estamos hablando del entendimiento y aceptación necesarios en muchas ocasiones de que no podemos optar a todos los beneficios que nos gustaría debido a que entre ellos son incompatibles. Como dice el refrán, no se puede estar en misa y a la vez repicando.
Esto lo comenzamos a entender en la niñez a través de la educación. Tenemos múltiples ejemplos de ello, pero uno muy visual viene determinado por la elección de una chuchería, un postre… nuestros padres nos dan a elegir entre el refresco y el helado y no nos permitirían las dos cosas. Este ejemplo, aunque simple, es muy representativo de lo que va a seguir ocurriéndonos en la vida.
En la vida nos vemos obligados a elegir, a priorizar.
El problema es que vivimos en un mundo (global y consumista) en el que se crean infinidad de necesidades que, nos dificultan las elecciones.
La publicidad y el marketing nos empujan a quererlo todo. Además, al tenerlo todo a golpe de click y con inmediatez, aceptar la tardanza para conseguir algo o el sacrificio que hay que poner de manifiesto, para ello supone misión casi imposible.
La tolerancia a la frustración es una de las variables que más tiene que ver con todo este conglomerado de circunstancias, y en los últimos tiempos, sin duda es uno de los factores que más problemas vemos en nuestra clínica.
Aceptar que una decisión tiene consecuencias es elemental para fortalecernos en este sentido. En cada fase de vida tomaremos decisiones que condicionarán nuestro siguiente paso. Es evidente que hay decisiones que podemos deshacer, pero racionalizar y argumentar dichas cuestiones probablemente nos haga no tener que retroceder algunas veces.
Analizar los pros y contras asumiendo los riesgos es otra de esas herramientas clave, porque finalmente tendremos que decidir. Bien sea la pareja, el trabajo, el lugar para vivir, tener hijos… Todo conlleva decisiones.
Si priorizamos adecuadamente, probablemente lleguemos en mejores condiciones a las metas y esto a la vez posibilitará dar el siguiente paso. Todo a la vez complica infinitamente las cosas, de ahí la frase “no poder tenerlo todo”.
Es importantísimo tanto para niños como mayores ver este tipo de cuestiones con perspectiva, porque de otro modo pueden llevarnos a múltiples problemas. Desde la insatisfacción al derrotismo, pasando por la frustración y la desesperanza.
En muchas ocasiones debemos elegir. Cuanto mejor lo hagamos, más facilitaremos nuestras vidas. Renunciar a algo en un momento puntual por determinadas razones puede ayudarnos a conseguir ese algo tiempo después.
Solo teniendo esa capacidad de ver más allá podremos conseguirlo.