Desde MA Psicólogos Oviedo, especialistas en terapia para niños, adolescentes y adultos, vamos a hablar del fenómeno del ghosting.
Es cierto que cada vez tenemos más términos anglosajones en nuestro repertorio habitual, este es relativamente sencillo de entender a la vez que adecuado por su significado. Ghost significa fantasma, de forma que ghosting se utiliza de forma coloquial para describir la práctica de cesar toda comunicación y contacto con la pareja u otra persona sin ningún tipo de aviso o advertencia. Además, se ignora cualquier posibilidad de acercamiento de dicha persona, bien sea dejando un WhatsApp en visto, no devolviendo llamadas o no atendiendo cualquier tipo de comunicación por mensajería.
La persona con la que teníamos contacto simplemente desaparece, eso sí, de forma totalmente voluntaria.
No es un fenómeno actual, pero ahora es más visible
Esto no es nuevo, pero desde luego en la era digital, donde las redes sociales prevalecen sobre cualquier otra cosa, se da más que nunca. Es mucho más fácil hacerlo digitalmente que personalmente, y en una sociedad con unas relaciones mucho más líquidas, está siendo un fenómeno cada vez más habitual.
Cuando conocemos a alguien de forma natural, estableciendo un vínculo basado en lo físico, en actividades y eventos, este problema no suele ser tan común. Pero cuando los vínculos se forman casi desde el anonimato, de forma remota y con cierta superficialidad, se hace más habitual.
Es más sencillo no contestar (o bloquear) que dar explicaciones, que afrontar una situación no deseada.
La primera cuestión interesante sería pararnos a reflexionar si en alguna ocasión nosotros hemos realizado esta práctica. De una forma sana y autocrítica debemos saber que aunque cueste, debemos ser asertivos, y hacer valer nuestros derechos y decisiones sin ofender a los demás. Terminar con una relación o decir que no es algo que ocurre en esta vida. No pasa nada, y bien ejecutado y con buenas formas nos ayudará a seguir adelante. Nuestra conciencia se fortalece con este tipo de afrontamiento activo (en el fondo nosotros preferiríamos un no). Por supuesto, debemos saber del mismo modo que nos puede ocurrir y que por ende el ghosting habla sin duda más del que lo realiza que del que lo sufre. No debemos darle demasiadas vueltas, sabiendo las reglas del juego de las relaciones a través de internet. Y la aceptación entra en escena de una manera vital en este caso. Aceptar supone entender de forma profunda algo, y aquí debemos asumir la situación, por más que la forma no sea para nada adecuada. De dicha aceptación vendrá un mejor manejo emocional, que por supuesto requiere un tiempo… además de no ponerse de nuevo en contacto con dicha persona.
La empatía es fundamental en las relaciones sociales, y haya una pantalla o no de por medio, debe ser primordial. Ser capaces de ponernos en el lugar de los demás será uno de esos ejercicios que, probablemente, nos ayude a afrontar situaciones complejas… pero necesarias. No hagamos lo que no queremos que nos hagan, prédica con el ejemplo.
Suena fácil, pero hay que ponerlo en práctica. ¿Asumes el reto?