En MA Psicólogos Oviedo como ya sabéis hacemos terapia de pareja, y un tema recurrente, que influye negativamente en las relaciones sentimentales, es la rigidez en la convivencia, sobre todo en una nueva pareja.
Dos personas se conocen, se gustan, pasan tiempo juntos… Es el comienzo de una pareja.
Cuando esa pareja se mantiene en el tiempo, uno de los pasos que paulatinamente se van dando es irse a vivir juntos. Todo es ilusión, búsqueda del nuevo hogar y puesta en marcha de la nueva etapa.
Sin embargo no saben cómo será la convivencia, ya que hay cosas que hasta que no se experimenten, no sabrán. Podemos tener una ligera idea por el tipo de personalidad, hábitos, etc. Pero la cuestión es que todos tenemos nuestras particularidades, y más en nuestra casa.
Comienza, por tanto, una etapa en la que la adquisición de roles, realización de tareas, concesiones, negociaciones y demás serán claves elementales para el buen funcionamiento del hogar y de la nueva convivencia.
Si hasta ese momento vivíamos solos, cada uno tiene su forma de funcionamiento y por tanto una serie de rutinas y hábitos que considera correctos.
Es aquí donde pueden darse los primos roces y complicaciones
Como ambas personas sean rígidas acerca de cómo se deben hacer, colocar las cosas o desempeñar las labores van a surgir problemas de inmediato.
La rigidez a la hora de convivir genera conflictos continuos, que mal gestionados pueden terminar siendo el germen de un distanciamiento y si no se confronta, incluso de una ruptura.
No se trata de que una de las partes cambie por completo o de que sea sumisa a la otra adaptándose por completo. Porque a la larga esto genera frustración y no es una solución efectiva. Tampoco sería la mejor opción seguir luchando o en guerra por cada punto a tratar sin ceder jamás. El día a día se convertiría en una serie de escaramuzas caseras donde cada uno lucharía por llevarse la razón.
Ser rígidos no es la solución… si queremos una buena convivencia, todo debe pasar por una buena negociación y gestión conjunta de la misma.
¿Cómo conseguirlo?
Pues como casi todas las cuestiones importantes, a través de una comunicación sana.
Debemos hablar y escuchar, partiendo de la premisa de que en algunos aspectos deberemos ceder, y en otros primará nuestro criterio. O en otras ocasiones llegar a términos medios, cediendo un poco cada uno, será la mejor opción.
Debemos buscar la comodidad y la funcionalidad, sin obcecarnos en salirnos con la nuestra. Haciendo autocrítica y practicado la escucha activa y la empatía con nuestra pareja. Y para ello, nuestra actitud es la clave. Debemos estar abiertos a escuchar, a potenciar el equilibrio, a que la otra persona se sienta escuchada y valorada por sus ideas, pero también defendiendo nuestra forma de ver la realidad. Es un esfuerzo emocional poderoso, pero que bien realizado allanará la convivencia de forma determinante., y no solo eso también potenciará: la confianza en el otro, la consolidación de la pareja como un equipo fuerte ante adversidades y la complicidad.
En ocasiones un simple reparto efectivo y adecuado de las tareas del hogar puede suponer un antes y un después en la convivencia, creernos porque en MA Psicólogos Oviedo es habitual ayudar a las parejas en este tipo de organizaciones y negociaciones.
No se alcanza por arte de magia. Detrás hay todo un entramado relacional y comunicativo en el que debe primar la idea de “nosotros”, y por tanto “nuestro hogar”. Si nuestra idea era que todo fuese como cuando estábamos solos… en el fondo no estábamos pensando que ahora existe alguien más, alguien que nos gusta, y que por ello debe estar a gusto y sentirse cómodo. Decía Aristóteles “en el punto medio está la virtud”, mejor no llevarle la contraria, ¿verdad?
Así que si existen fricciones en tu relación de pareja no desesperes, no tires la toalla y tampoco esperes que se arregle solo.
Busca las soluciones, comunícate, escucha.
Y si no funciona igual es el momento de plantearos acudir a terapia, sin complejos, porque como solemos decir en consulta en una relación sentimental, lo simple a veces se vuelve complicado. Os esperamos en MA Psicólogos Oviedo y ¡con cualquier duda os leemos!