Desde MA Psicólogos Oviedo, especialistas en terapia para niños, adolescentes y adultos vamos a hablar sobre la soledad, un problema que en la actualidad aumenta el deterioro de la salud mental. Teniendo en cuenta que la OMS la ha incluido como prioridad sanitaria mundial en una nueva comisión sobre conexión social, nos deja bastante claro el calado que tiene actualmente en nuestro bienestar.
Esta epidemia silenciosa denominada soledad, supone según la OMS una amenaza urgente para la salud y debemos poner remedio más pronto que tarde. De este modo y en un mundo cada vez más individualista, se deben proponer medidas para que el avance de este fenómeno frene y podamos controlar los efectos negativos. Y precisamente debemos hacerlo porque los estudios indican que la soledad está directamente relacionada con la ansiedad, la depresión y el suicidio, cuestiones de rabiosa actualidad y que debemos atacar desde todos los puntos posibles.
En una encuesta realizada en 142 países, casi 1 de cada 4 adultos afirma sentirse muy o bastante solo. Este aislamiento social es muy peligroso y viene también influido por la pandemia, en la que aumentaron exponencialmente el número de casos. La falta de interacción social puede contribuir a sentimientos de aislamiento, tristeza y desesperanza.
Del mismo modo la falta de apoyo social puede aumentar los niveles de estrés. Las personas que se sienten solas pueden experimentar una mayor carga emocional y psicológica al enfrentar desafíos sin el respaldo de relaciones significativas. Se relaciona también con problemas de sueño, ya que la soledad puede afectar negativamente a nuestro patrón de sueño. Las personas solitarias pueden tener dificultades para conciliar el sueño o experimentar insomnio, lo que a su vez puede contribuir a problemas de salud física y mental.
Todo ello conduce a una mayor vulnerabilidad a enfermedades y las personas solitarias pueden tener un mayor riesgo de desarrollar condiciones médicas como enfermedades cardiovasculares, hipertensión y otros problemas de salud. En determinadas etapas vitales la falta de estimulación social puede contribuir al declive cognitivo en el tiempo. La interacción social desempeña un papel crucial en mantener la salud mental y cognitiva a medida que envejecemos.
En definitiva…la soledad redunda en una menor calidad de vida. La soledad puede afectar a la percepción general de la calidad de vida. Las personas que se sienten solas pueden experimentar una disminución en la satisfacción con la vida y en la percepción de su bienestar. Se relaciona esto con una mayor propensión a adicciones ya que en ocasiones las personas que sufren dicha cuestión pueden recurrir a comportamientos adictivos, como el abuso de sustancias, como una forma de hacer frente a la soledad y la angustia emocional.
Dicho de forma reduccionista, todo desemboca en problemas sociales y de salud. La soledad crónica puede perpetuar un ciclo de aislamiento social. Las personas que se sienten solas a menudo pueden tener dificultades para conectarse con los demás, lo que contribuye a un sentido continuo de soledad. La duración, la intensidad y las circunstancias de la soledad, así como los recursos personales disponibles para hacer frente a ella, son factores clave que influyen en cómo afecta a una persona. En muchos casos, buscar apoyo social y profesional puede ser beneficioso para abordar la soledad y sus consecuencias. Debemos ser conscientes como sociedad de este tipo de problemáticas y atacarlas desde distintas perspectivas… Todos podemos dar pequeños grandes pasos para luchar ante este reto.
En MA Psicólogos Oviedo estamos comprometidos con la salud mental y el bienestar y reconocemos que en terapia cada vez resulta más complejo ayudar a generar relaciones sociales de calidad. Pero sabemos que se puede. El ocio, tener actividades que nos gusten y nos motiven ayuda a que conectemos con personas que comparten esos mismos intereses, puede ser un buen principio. ¡Te animamos a intentarlo!