Desde MA Psicólogos Oviedo, especialistas en terapia para niños, adolescentes y adultos vamos a hablar sobre la importancia de una correcta relación entre los padres cuando se rompe la relación; separación o divorcio. Esto es vital para los hijos.
Una correcta relación entre padres separados es fundamental para el bienestar emocional y psicológico de los hijos. Aunque la separación puede ser un proceso difícil para todos los involucrados, la manera en que los padres manejan su relación posterior impacta directamente en el desarrollo y la estabilidad de los niños.
Comunicación entre padres e hijos
Cuando los padres mantienen una comunicación respetuosa y colaborativa, los hijos experimentan un entorno más seguro y predecible. Saber que ambos padres siguen involucrados en su vida y pueden cooperar en las decisiones importantes les brinda tranquilidad y les permite adaptarse mejor a la nueva dinámica familiar. En cambio, cuando hay conflictos constantes, discusiones o falta de comunicación, los niños pueden sentirse inseguros, ansiosos o incluso culpables por la situación.
La correcta relación entre los padres separados también ayuda a reforzar la autoestima de los hijos. Cuando perciben que sus padres pueden interactuar de manera madura sin involucrarlos en problemas o disputas, se sienten valorados y protegidos. Por el contrario, si son testigos de enfrentamientos o se les coloca en el medio de las diferencias, pueden desarrollar sentimientos de estrés, confusión o lealtades divididas.
Otro aspecto clave es la coherencia en la crianza. Si los padres logran establecer normas y valores similares en ambos hogares, los niños pueden desarrollarse con mayor estabilidad. Es natural que cada padre tenga su propio estilo de crianza, pero encontrar puntos en común y evitar contradicciones extremas ayuda a reducir la incertidumbre y fomenta la sensación de unidad, aun cuando la familia ya no esté estructurada de la misma manera.
Es importante saber que…
Recordar que los hijos no deberían ser utilizados como mensajeros ni testigos de desacuerdos entre los padres. Mantenerlos al margen de los conflictos y priorizar su bienestar sobre las diferencias personales es una muestra de madurez que les permite crecer en un ambiente más saludable. En los casos en los que la relación entre los padres sea demasiado tensa o conflictiva, buscar ayuda profesional, como terapia familiar o mediación, puede ser una herramienta valiosa para establecer una convivencia más armónica.
La clave está en recordar que, aunque la relación de pareja haya terminado, la responsabilidad compartida de la crianza continúa. Construir una dinámica de respeto y cooperación no solo beneficia a los hijos en su presente, sino que también les proporciona un modelo saludable de resolución de conflictos y relaciones interpersonales para su futuro.
Separarte no tiene por qué ser un problema para tus hijos, si lo gestionas correctamente y si no es fácil gestionarlo pide ayuda, en MA Psicólogos podemos acompañaros y que se gestione de la mejor forma.