Desde MA Psicólogos Oviedo, especialistas en terapia para niños, adolescentes y adultos vamos a hablar sobre cómo gestionar el miedo a decepcionar a nuestros padres.
El miedo a decepcionar a nuestros padres es una sensación común y en MA Psicólogos nos toca trabajarlo en terapia con frecuencia. Suele estar ligada al deseo de recibir su aprobación, amor y reconocimiento. Muchas veces, este miedo nace de expectativas, reales o imaginadas, sobre lo que ellos esperan de nosotros. Aprender a gestionarlo implica comprender su origen, cuestionar ciertas creencias y fortalecer la confianza en uno mismo.
Deberías saber que…
Es importante reconocer que el amor de los padres no debería estar condicionado por logros o fracasos, es incondicional. A menudo, el miedo a decepcionarlos surge de la creencia de que su cariño depende de lo que hacemos y no de quiénes somos. Reflexionar sobre esta idea y dialogar abiertamente con ellos puede ayudar a reducir la ansiedad. En muchos casos, los padres valoran más nuestra felicidad que el cumplimiento estricto de sus expectativas.
También es útil preguntarse si las expectativas que sentimos son realmente suyas o si provienen de nuestras propias exigencias internas. A veces, creemos que debemos ser de cierta manera para ser aceptados, cuando en realidad son ideas que hemos interiorizado sin que nuestros padres las hayan expresado de forma directa. Cuestionar estas creencias puede ayudar a aligerar la carga emocional.
Lo principal es aceptarlo
Aceptar que no siempre podemos cumplir con todas las expectativas es un paso clave. Cada persona tiene su propio camino, y tomar decisiones en función de lo que realmente queremos, en lugar de lo que creemos que otros desean, nos permite vivir con mayor autenticidad. No se trata de rechazar por completo la opinión de nuestros padres, sino de encontrar un equilibrio entre lo que ellos esperan y lo que realmente nos hace felices.
Fortalecer la autoestima es fundamental para reducir este miedo. Construir seguridad en nuestras propias decisiones y capacidades nos ayuda a confiar en que, aunque no siempre hagamos lo que los demás esperan, seguimos siendo valiosos y dignos de amor. Rodearnos de personas que nos apoyen y nos recuerden nuestro valor puede ser un gran respaldo en este proceso.
Si el miedo a decepcionar a nuestros padres se convierte en una carga demasiado pesada o nos impide tomar decisiones importantes para nuestra vida, buscar apoyo profesional puede ser una buena opción. Un terapeuta puede ayudarnos a comprender mejor nuestras emociones y a desarrollar herramientas para manejarlas con mayor claridad, perspectiva y confianza.