¿Sueles «suponer» muchas cosas en tu vida? Esto te interesa

Desde MA Psicólogos, especialistas en niños, adolescentes y adultos vamos a hablar de cómo “suponer” en determinadas situaciones puede dañar nuestras relaciones y estado de ánimo.

La definición de suponer, consiste en considerar una cosa verdadera o real a partir de ciertos indicios o señales, sin tener certeza completa de ella. Si analizamos con detalle su significado, ya podemos anticiparnos a que suponer puede generar problemas. Todos lo hacemos, todos suponemos… y en muchas ocasiones en vez de ayudarnos, nos genera situaciones desagradables. ¿Por qué? Porque evidentemente suponemos desde nuestro punto de vista, y por mucho que conozcamos a las personas de las que nos rodeamos y pensemos que sabemos cómo piensan y cómo van a actuar, fallaremos de cuando en cuando.

¿Quién no ha tenido un problema con un amigo porque supuso que no querría ir a un evento y realmente si quería? ¿Quién no ha supuesto que trabajaba su amigo o pareja y no le avisó para hacer algo, cuando realmente estaba de descanso? Estas situaciones suelen llevarnos a momentos desagradables, dificultades y encontronazos. Suponer es algo que nos ayuda a intentar comprender a los demás y a tener sensación de certidumbre, sensación de control. La experiencia en nuestras vidas va configurando el entendimiento que tenemos de cara a los demás… pero no es una ciencia exacta.

Un mecanismo para tratar de solucionar todo esto es comenzar a preguntar acerca de las situaciones, opiniones y voluntades de los demás. De forma clara y abierta, seremos capaces de saber con certeza algo y no arriesgarnos al malentendido. Es especialmente útil en una temática en concreto: los sentimientos. Parece que surge cierta “obligación” sobre saber qué le pasa a los que nos rodea, y claro, es una variable especialmente compleja. No sólo nos servirá para saber lo que no tenemos claro al 100%, sino que será una forma de que los demás vean que nos interesamos por ellos, y esto supone una forma de comunicación donde la empatía toma un papel muy relevante.

Motivación y predisposición para mejorar las relaciones

Nuestra actitud es el factor determinante para tratar de mejorar esta faceta de nuestras vidas. Ser conscientes de que con una buena motivación y predisposición vamos a conseguir mejorar nuestras relaciones, debe ayudarnos a la búsqueda de la meta. Todo ello va ligado a abrir nuestra mente y alejarnos de nuestros prejuicios. Si lo conseguimos, escucharemos a los demás de una forma más adecuada, prestando atención y minimizando las posibilidades de falta de entendimiento y suposiciones basadas en indicios vagos. En el fondo, ante este tipo de dudas, a veces no nos comunicamos con los demás por miedos o inseguridades… debemos darnos cuenta de que fomentando la comunicación y preguntando a los que nos rodean para no sufrir esa incertidumbre, estaremos mejorando nuestras relaciones y disminuyendo la ansiedad que producen ciertas situaciones. ¿Estás dispuesto a intentar mejorar en este aspecto? ¡Ponte en marcha!

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