Desde MA Psicólogos, especialistas en niños, adolescentes y adultos hoy vamos a hablar acerca de la implicación familiar en la tarea educativa. Para ello vamos a partir de una reciente investigación, que arroja unos resultados muy interesantes.
Nos estamos refiriendo a la implicación familiar relacionada con las tareas académicas, es decir, qué tipo de implicación en casa consigue mejores resultados en las aulas. Algunos profesionales abogan por un estilo comunicativo, otros por uno más directivo… hay opiniones que enfocan su idea a una gran exigencia, otros a más libertad… En cualquier caso estamos hablando de la educación, con toda su complejidad, donde no sólo influye el estilo particular de cada familia para implicarse en las tareas, sino también la motivación del propio alumno y el buen hacer de los profesores.
Esta investigación viene a estudiar el efecto que dos estilos de implicación familiar en el hogar (uno más directivo y controlador y otro más distal y comunicativo) tienen sobre los resultados en Lengua, Matemáticas, Ciencias y Educación Cívica. Con una participación de más de 26000 estudiantes de 2º ESO como muestra representativa tanto a nivel autonómico como nacional.
Según los propios autores, “los resultados muestran que los efectos de los estilos de implicación parental sobre el rendimiento son mayores en el caso de las madres que en los padres. Además, y como se preveía, el estilo controlador (v. g., supervisión y ayuda con los deberes) está negativamente correlacionado con el rendimiento académico, mientras que el estilo comunicativo (v. g., apoyo distal al estudio y comunicación sobre temas escolares) está positivamente relacionado con los resultados. En conclusión, promover desde los centros educativos un estilo de implicación familiar distal y comunicativo podría mejorar el rendimiento del alumnado y disminuir las diferencias entre estudiantes dentro de la escuela.”
Y es que a veces más no siempre es mejor
Esta frase resume a la perfección lo que estamos tratando. Evidentemente para poder disfrutar de ese estilo distal y comunicativo es imprescindible que se tengan claras ciertas bases, hábitos y valores que provienen clara y mayoritariamente de la familia. Que el alumno sepa cuáles son sus obligaciones y quehaceres son elementos determinantes para que ese estilo educativo pueda tener cabida y efectos. Y los centros educativos tienen un papel más que importante para promover estos estilos de implicación familiar.
En el fondo, las familias quieren lo mejor para sus hijos, eso es indudable. Lo que ocurre es que en determinadas ocasiones, no gozan de las mejores herramientas para poner en práctica sus buenos deseos. Si somos capaces, desde las instituciones, centros y familias de remar en una misma dirección, sabiendo que los resultados positivos van en ella, seremos capaces de mejorar el futuro de nuestro alumnado, y con ello contribuir a un mayor bienestar a nivel social.
Debemos de tomar conciencia de la importancia que tiene fomentar la autonomía en los estudiantes, a través de buenos apoyos y comunicación en temas escolares. Podemos conseguirlo… el primer paso es ver este tipo de evidencias para que puedan producirse los cambios pertinentes.
El artículo completo puede encontrarse en la Revista Psicothema: