Desde MA Psicólogos, especialistas en niños, adolescentes y adultos vamos a hablar acerca de algunos derechos básicos de los hijos de padres separados o divorciados.
Como sabemos el modelo de familia tradicional ha ido cambiando, generando nuevos horizontes. Una separación tiene muchos matices y cada caso es diferente, si bien si tenemos en cuenta algunos conceptos básicos es probable que facilitemos mucho las cosas a los hijos. No debemos olvidar que son parte fundamental del núcleo familiar y por tanto necesitan ser tenidos en cuenta como es debido.
Tienen el derecho a encontrarse con los padres para tratar temas referentes a su desarrollo integral, a los estudios, a la salud psico-física y a la situación de la separación. Del mismo modo, tienen derecho a encontrarse con los padres, si lo desean, en circunstancias particulares o en etapas importantes de su vida escolar. Parecen cosas sencillas, pero en ocasiones se crean climas complicados y disputas entre los progenitores que no dejan ver con claridad dichas situaciones.
Tienen derecho a no presenciar las diputas de los padres. Punto esencial en todo el proceso, ya que será de gran importancia de cara al entendimiento y aceptación de las circunstancias, así como para no verse dañados emocionalmente de forma severa.
No siempre es fácil, pero sí necesario
Tienen derecho a no ser obligados a tomar partido por uno u otro padre. No estamos hablando de preguntas recurrentes como si quieres más a papá o a mamá. Estamos refiriéndonos a que no son ellos quienes tienen que tomar estas decisiones, más aún cuando hablamos de edades tempranas.
Los hijos tienen derecho a no ser instrumentalizados por un ex cónyuge, que desea obtener información referente a sentimientos o conductas del otro cónyuge. Es decir, los hijos no son los correos de los padres y merecen dicho respeto.
Por otra parte, los hijos tienen el derecho de comunicarse por teléfono con el padre-madre no custodio, para fortalecer la confianza y el afecto al que tienen derecho. No estaremos haciendo ningún favor negándonos a tal cuestión, sobre todo porque quizás estamos anteponiendo cuestiones personales a los derechos propios de nuestros hijos.
Los niños de padres separados o divorciados tienen derecho a que los padres se consulten y tomen decisiones conjuntas sobre aspectos esenciales de la vida, como estudios, normas, etc. Entender que hay marcos semejantes y firmes para sus vidas les será de ayuda.
Tienen el derecho a exigir que los padres, en su presencia, mantengan una conducta digna y no litigiosa. Factor clave y fundamental para el progreso y la normalización de una situación de estas características.
Y por último, pero no menos importante, todo niño tiene derecho a tener padres. Debemos ser conscientes de ello y al menos reflexionar al respecto.