Desde MA Psicólogos Oviedo, especialistas en terapia para niños, adolescentes y adultos, vamos a hablar sobre las rumiaciones y su afectación.
Las rumiaciones se refieren a la repetición constante y persistente de pensamientos, preocupaciones o recuerdos negativos, especialmente aquellos relacionados con eventos estresantes o problemas personales. Estos pensamientos suelen ser intrusivos y difíciles de controlar. Las rumiaciones son comunes en diversos trastornos psicológicos, como la ansiedad y la depresión, en MA Psicólogos estamos acostumbrados a detectarlos y trabajarlos en terapia.
Aquí os presentamos algunas características clave de las rumiaciones y cómo pueden afectarnos ya que el principio del cambio es detectarlas.
Características de las Rumiaciones:
1. Repetitivas: las rumiaciones implican la repetición constante de pensamientos negativos o preocupaciones, a menudo sin llegar a una resolución o solución.
2. Dificultad para detenerse: las personas que experimentan rumiaciones a menudo encuentran difícil detener o controlar estos pensamientos intrusivos, a pesar de reconocer que son perjudiciales.
3. Centradas en problemas no resueltos: las rumiaciones a menudo se centran en eventos estresantes o problemas no resueltos, y la persona puede dar vueltas una y otra vez sobre la misma preocupación sin avanzar.
4. Impacto en el estado de ánimo: las rumiaciones están asociadas con un aumento del malestar emocional. Pueden contribuir a la ansiedad, la tristeza, la irritabilidad y otros síntomas relacionados con el estado de ánimo.
Efectos de las Rumiaciones:
1. Aumento del estrés: al repetir constantemente pensamientos negativos, las rumiaciones pueden contribuir al estrés crónico y al agotamiento emocional.
2. Deterioro en el rendimiento cognitivo: las rumiaciones pueden afectar a la capacidad de concentración y el rendimiento cognitivo. La persona puede tener dificultades para centrarse en tareas importantes debido a la presencia constante de pensamientos intrusivos.
3. Agravamiento de los síntomas de ansiedad y depresión: las rumiaciones son comunes en trastornos de ansiedad y depresión, y su presencia puede agravar los síntomas asociados con estos trastornos.
4. Impacto en las relaciones sociales: la repetición constante de pensamientos negativos puede afectar las interacciones sociales y las relaciones personales, ya que la persona puede estar menos presente o más preocupada durante las interacciones.
5. Círculo vicioso: las rumiaciones pueden convertirse en un ciclo repetitivo que refuerza pensamientos negativos y emociones, dificultando la salida de este patrón de pensamiento.
También os dejamos algunas de la estrategias que ponemos en marcha durante la terapia.
Manejo de las Rumiaciones:
1. Conciencia: reconocer y ser consciente de las rumiaciones es el primer paso para abordarlas.
2. Distanciamiento cognitivo: Tratar de ver los pensamientos desde una perspectiva más objetiva y distanciada puede ayudar a reducir su impacto emocional. A partir de ahí debemos cuestionar ese bucle y tratar de cortarlo siendo lo más objetivos y realistas… Es decir, siendo conscientes de qué depende de nosotros y por tanto podamos buscar ciertas soluciones o aceptando que está fuera de nuestro alcance.
3. Hablar con un profesional: Buscar la ayuda de un terapeuta o consejero puede ser beneficioso para abordar las rumiaciones y desarrollar estrategias más saludables de afrontamiento.
Es fundamental recordar que las rumiaciones son un fenómeno común, pero si se vuelven persistentes y afectan significativamente la calidad de vida, es recomendable buscar ayuda profesional para abordarlas de manera más efectiva. En el fondo una perspectiva externa resultará clave para el abordaje efectivo de este tipo de cuestiones.