Respeto y aceptación de decisiones

Desde MA Psicólogos Oviedo, especialistas en niños, adolescentes y adultos, vamos a hablar sobre el respeto, entendimiento y aceptación de decisiones.

Defender nuestra libertad está bien, pero de la misma manera hay que defender la libertad del otro, mostrando nuestro respeto.

En muchas ocasiones, personas cercanas (bien sean familiares, amigos, parejas…) toman decisiones que pueden no ser las más deseadas  o correctas a nuestro modo de ver. Estamos hablando de gente con la que tenemos un fuerte vínculo,  nos preocupamos por ellos y les deseamos lo mejor. 

Son decisiones en las que nuestra opinión puede influir, aunque la realidad es que la última palabra no depende de nosotros. Aconsejar, debatir y opinar son algo necesario, y muy posiblemente serán una gran ayuda, pero finalmente hay que respetar, aunque no nos guste o nos preocupe, la decisión del otro.

Este tipo de situaciones tienden a frustrarnos y gestionarlas no es sencillo. Ahora bien, si nos paramos a razonar y no nos dejamos llevar por la parte emocional, podremos ver las cosas con más perspectiva.

Es evidente que estamos hablando de personas adultas, aunque no está de más dejarlo claro. Y es que, el respeto de las libertades están sobre la mesa en este tipo de circunstancias, no caer en la coacción, chantaje emocional, amenaza… aunque sea pensando en el bien del otro.

En infinidad de ocasiones hablamos sobre la libertad, pero no sólo debemos hacerlo cuando nos da ventaja o respalda nuestros derechos.

Respetar la decisión de alguien, teniendo en cuenta que se obra de buena fe y no intercediendo en los demás de ninguna manera nociva, debería ser algo más habitual.

Respetar va unido al entendimiento y la aceptación. Ante determinadas decisiones, que no compartimos pero que tienen que ser tomadas por otros, es nuestra obligación llevar esto a cabo. Podemos entender más o menos las razones, podemos estar más o menos de acuerdo… pero si valoramos a esa persona, debemos respetar su decisión, aceptando que nuestro pensamiento pueda ser otro, o incluso respetar el derecho a que esa persona se equivoque.

Como dice la célebre frase:

«Nuestra libertad acaba donde empieza la del otro».

Respetar supone aceptar a los demás, su derecho a decidir, a vivir sus vidas y aprender de sus decisiones y consecuencias. 

¿Por qué es tan importante? 

Por algo tan sencillo como que nosotros mismos anhelamos que los demás nos respeten. 

No tenemos que estar de acuerdo en todo con alguien, podemos discrepar. Pero cuando la decisión debe ser tomada por otra persona en concreto, respetarla es nuestra tarea.

Podemos ver el ejemplo en una pareja en la que uno de sus miembros decide terminar la relación. Se debe hablar, se deben ver las razones y argumentos, se puede discutir… Pero si la decisión es firme, y alguien no quiere tener una relación sentimental con otra persona, se debe respetar. Por libertad, por dignidad, por respeto. 

No podemos obligar a los demás a hacer lo que nosotros queramos

Puede ser doloroso, difícil de comprender, pero hay que aceptarlo. ¿Nos gustaría siguiendo con el ejemplo anterior, que nuestra pareja estuviese con nosotros por obligación?

Respetar nos hace más libres, y para ello debemos luchar contra nuestros propios fantasmas, prejuicios y limitaciones.

 ¿Te atreves a intentarlo?

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