Desde MA Psicólogos Oviedo, especialistas en niños, adolescentes y adultos, vamos a hablar sobre la importancia y a la vez dificultad de la organización del tiempo.
No todos organizamos nuestro tiempo de la mejor manera, pero parece claro que a la gran mayoría nos gustaría mejorar en este aspecto. Parece una cuestión a la que no damos toda la importancia que deberíamos, ya que la realidad es que condiciona nuestro día a día de forma determinante. Ciertamente es algo que no viene dado genéticamente pero se puede entrenar y mejorar.
Cuando hablamos de inteligencia emocional, que entendemos como esa capacidad para gestionar y manejar nuestras emociones, a veces no tenemos en cuenta que la organización del tiempo influye decisivamente en ella. Lo hace en el correcto equilibrio entre las obligaciones y el disfrute, en encontrar el tiempo necesario para dedicarlo a nuestras prioridades, hobbies o quehaceres.
Educación, disciplina y hábitos
Si no tenemos bien organizado nuestro tiempo, ¿cómo vamos a disfrutarlo de la mejor forma? La organización en este sentido tiene mucho que ver con nuestra educación, la disciplina y la generación de hábitos. Por ello incentivarla desde la infancia será una cuestión a potenciar en los menores.
Es una forma de entender el paso de los días, donde aceptamos nuestras obligaciones asignándoles un tiempo, pero entendiendo a su vez que si somos efectivos en esa parte, tendremos mucho más espacio para nuestras cosas. Es decir, una correcta organización desemboca en poder dedicarnos a nosotros y a los nuestros. No es fácil, pero es posible. Y no sólo eso, mejorará nuestra existencia y calidad de vida.
Los principales enemigos con los que nos encontramos en este aspecto tienen nombre propio: caos, desidia, pereza, falta de motivación…
Una correcta organización requiere:
- De esfuerzo emocional para estar al tanto de nuestras tareas, cuál sería el mejor orden de ejecución y cuáles serían prioritarias.
- Manejar herramientas como una agenda o notas del teléfono móvil (más tecnológico) se convierte en cuestión clave.
Hay personas que organizan su vida semana a semana, o quincenalmente… otros día a día… y algunos no lo hacen. Sería tremendamente recomendable, al menos la noche antes, saber cómo nos vamos a enfrentar al día siguiente. Así eliminaremos la posibilidad de descuidos, optimizaremos el orden y forma de enfrentamiento a las tareas y además reduciremos la incertidumbre. Este aspecto es primordial, ya que la incertidumbre suele llevarnos a nerviosismo y a mayores a estrés y ansiedad.
Saber nuestro planning y tener control de la situación nos dará seguridad y confianza.
Esto se traduce en pequeñas mejoras, como mejorar nuestra puntualidad, ser conscientes del tiempo de trabajo, eliminar despistes y… ¡Saber que tenemos tiempo libre! He aquí un factor imprescindible de cara a mejorar nuestra inteligencia emocional. Cuando estamos en terapia en MA psicólogos Oviedo, nos encontramos con muchas personas que nos dicen que no les da tiempo a nada… Reflexionemos cada uno en nuestro caso y busquemos opciones de mejora.
Las obligaciones forman parte de nuestra vida, pero sin duda las realizamos para poder después disfrutar de la mejor manera y alcanzar el máximo de bienestar.
Si organizamos bien nuestro tiempo, podremos maximizar ese disfrute y dedicar más y mejores momentos a nuestras metas y objetivos. Parece sencillo… ¿Te atreves a intentarlo?