Desde MA Psicólogos Oviedo, especialistas en terapia para adultos vamos a hablar sobre la adición y el valor del apoyo y compañía en los casos de adicciones.
Tener una adicción, sea cual sea, supone un gran problema en la funcionalidad del día a día de la persona (discusiones, mentiras, pérdidas económicas, ansiedad, depresión…).
Pero no sólo eso, sino que afecta a su entorno de forma determinante, complicando el ámbito familiar. El mal ambiente en casa, desgasta de forma intensa las relaciones, tensándolas al extremo.
Una adicción es, por definición, la búsqueda patológica de la recompensa o alivio a través del uso de una sustancia u otras acciones. Esto supone pérdida de control por parte de la persona y negación del propio problema. Y ya sabemos, que hasta que no se acepta el problema, la adicción en sí, las barreras para lograr soluciones son altísimas.
Buscar la aceptación de la adición es la piedra angular para comenzar a superarla. Y por tanto, pedir de ayuda es imprescindible.
El apoyo es fundamental
Hoy queremos hablar de cómo ser de ayuda dentro de la familia, amistades, relaciones… Porque son parte de la recuperación, pero muchas veces no reciben la atención necesaria, ni las pautas y herramientas efectivas.
Entender lo que ocurre y saber cómo funciona el proceso adictivo es elemental. Contar con información sobre la adicción, entender los mecanismos que conllevan al consumo, etc. La información es poder. Y del mismo modo ser capaces de empatizar con el adicto, no con el objetivo de justificarle, sino para tener la perspectiva adecuada para su ayuda. Debemos aceptar lo que ocurre, y a partir de ahí no ver en forma de túnel la problemática, sino ver salidas.
Debemos ser ayuda activa, pero no jueces. Tratar de naturalizar la comunicación, pero evitando la suposición o los prejuicios. Dar ejemplo, dependiendo de la sustancia, de forma impecable. Estar ahí, pero no haciendo del problema lo único en nuestras vidas, puesto que si no nos ocupamos de nuestras tareas y trabajos, es probable que los problemas crezcan… y ya estamos inmersos en una situación compleja.
Manejar lo económico es otra cuestión imprescindible, controlar el dinero y poner límites estrictos por doloroso que sea, está detrás del éxito, puesto que eliminamos la financiación de la adición y limitamos el impulso.
Tener contacto con los profesionales que estén tratando la adición, asumiendo que la clave de la recuperación siempre es el adicto, confiar en los que realmente saben lo que hay que hacer. Si se recomienda un ingreso, por duro que sea, detrás existen una serie de poderosas razones para ello.
La comunicación como clave
Hay que escuchar al adicto, que hable, que se desahogue. Hablamos de escucha activa, no oír sin más. Debe sentir ese apoyo y debemos valorar sus mejoras.
Todo esto será de ayuda, aunque evidentemente la paciencia será lo más importante. Mantener la calma, asumiendo la dificultad de la situación es otro de esos factores que no debemos olvidar.
Se puede salir de una adicción. El adicto tiene la llave, pero podemos ayudarle a utilizarla. Manejar todas esas emociones ligadas a la impotencia y frustración de forma adecuada, puede ser un gran alivio, porque el acompañamiento también es duro.