Desde MA Psicólogos Oviedo, especialistas en terapia para niños, adolescentes y adultos, vamos a hablar de la importancia de ser conocedores de los intereses de nuestros hijos, sobre todo en el mundo digital.
Los padres, como principales cuidadores del niño, suelen estar muy atentos a sus gustos e inquietudes.
Normalmente, porque son materia de juego en las primeras etapas vitales y además porque generan posibilidades de aprendizaje constante. A raíz de cualquier juguete o juego favorito, se pueden desarrollar un montón de posibilidades para que los niños sean conscientes del medio que les rodea, como adaptarse a él o aprender a gestionar peligros y dificultades.
Conforme el niño crece, sus gustos evolucionan y en ocasiones los cuidadores van perdiendo la pista a algunos de ellos.
Más si cabe en el mundo actual donde lo digital tiene tanto poder y quizás los mayores no tengan todos los recursos para estar actualizados. Evidentemente, si se comparte tiempo con los hijos, se tendrá una idea vaga acerca de lo que están hablando, pero teniendo en cuenta la velocidad de los tiempos actuales, probablemente no baste con ello.
No estamos hablando de estudiar compulsivamente los gustos de los menores o estar continuamente encima viendo lo que hacen.
Hablamos de los efectos positivos que va a tener en el clima cotidiano saber cosas de “su mundo”. Así podremos conversar más, saber qué temas están de moda, sus aficiones, etc. Seguramente no sea muy interesante para los padres (o sí) saber qué youtubers o gamers son los que más sigue su hijo, pero tener ciertas nociones nos ayudará a comprender mejor su momento vital. Todo esto nos une lejos de separarnos.
Lo mismo ocurrirá si sabemos qué videojuegos frecuentan, incluso pudiendo compartir partidas.
Insistimos en que la idea no es supervisar constantemente, sino partiendo de unas reglas fijadas de antemano, tener conocimiento acerca de sus intereses.
Cada vez el mundo virtual cobra más relevancia, y saber qué ocurre siempre será positivo.
Equilibrio entre lo virtual y lo físico
Del mismo modo que hacemos referencia a la potenciación de intereses conjuntos en lo digital, no debemos dejar de lado la parte física. Es decir, debemos introducir un equilibrio entre los dos mundos, siendo conscientes en todo momento de la importancia del juego al aire libre a nivel familiar y con otros iguales. Las relaciones sociales precisan de este tipo de interacciones y debemos entenderlas como algo determinante para el desarrollo completo del niño.
Es decir, hablamos de las relaciones familiares (compartiendo intereses) y las sociales (con iguales) en ambos mundos, “virtual” y “real”.
Conforme el niño siga creciendo, las distancias en intereses probablemente crezcan con los padres, pero tener cierto hilo de unión siempre será de ayuda.
Lógicamente, el menor tendrá que volar cada vez más libre, pero crear lazos de comunicación o la posibilidad de aumentar las interacciones familiares debe ser pieza importante a desarrollar. Generaremos más confianza y mejores relaciones.