Desde MA Psicólogos Oviedo, especialistas en terapia para niños, adolescentes y adultos hoy os vamos a hablar sobre las distintas fases del sueño.
El sueño es un elemento fundamental de nuestras vidas, y cuando no descansamos adecuadamente lo notamos a todos los niveles. De hecho, habitualmente no somos conscientes de lo importante que es dormir bien hasta que dormimos mal…
Es muy habitual que en MA Psicólogos Oviedo nos toque trabajar en higiene del sueño con nuestros pacientes, así que si os ocurre, no os preocupéis, hay solución.
El sueño se puede diferenciar en dos niveles: el no REM y el REM. Ambos forman un ciclo de unos 90 minutos que se va reiniciando hasta conseguir unos 4 o 6 ciclos por noche dependiendo de la persona y situación. La palabra REM (rapid eye movement) o en español MOR (movimientos oculares rápidos) suele ser conocida cuando hablamos del sueño a nivel cotidiano, pero en realidad hay mucho más. De hecho, como veremos ahora, el sueño no REM es de vital importancia para nuestro descanso.
¿Cómo funciona nuestro sueño?
Todo comienza con 4 fases que se suceden de sueño no REM: dos de sueño ligero y otras dos de sueño profundo.
La fase 1 ocupa más o menos el 5% del tiempo total y es la propia del adormecimiento. La actividad fisiológica disminuye pero podríamos despertarnos con facilidad si hubiese estímulos para ello. A partir de ahí entraríamos en la fase 2, también de sueño ligero, pero más profundo. En ella se produce una relajación progresiva y puede llegar a ocupar un 50% del ciclo. Estas dos fases realmente no son de sueño reparador, cuestión que sucederá con las relativas al sueño profundo.
La fase 3, denominada de transición al sueño profundo total es corta, y en ella se comienzan a generar ondas delta. Los músculos están totalmente relajados y es difícil despertar a la persona, que no suele moverse. A partir de ahí está la fase 4, propiamente de sueño profundo y reparador, sobre todo a niveles psicológicos. Las constantes vitales se enlentecen y predominan ya de forma consolidada las ondas delta. Es muy complicado que la persona se despierte. Aún así, es interesante comentar que durante esta fase puede aparecer el sonambulismo y la enuresis.
A partir de ahí llega el sueño REM, también llamado sueño paradójico, caracterizado por los movimientos rápidos de los ojos y una gran actividad cerebral. La duración de esta parte del sueño aumenta con cada ciclo y tiene una media de unos 20 minutos. Se producen los sueños (y las pesadillas) y hay atonía muscular. En esta parte del ciclo se consolida la memoria y es muy complicado despertarse.
El sueño no siempre es igual y va cambiando con la edad de la persona, desde la infancia a la adultez. Es evidente que no todas las personas tienen el sueño de la misma manera, puesto que la duración de las fases puede variar.
Tener un sueño reparador es fundamental para nuestra actividad diurna y por ello debemos otorgarle gran importancia. A través de una buena higiene del sueño, con hábitos sólidos (horarios para dormirse y despertarse) podremos facilitarlo. Así que, ¡no dudes en pedirnos ayuda si tienes dificultades!