Desde MA Psicólogos Oviedo, especialistas en terapia para niños, adolescentes y adultos vamos a hablar sobre cómo resolver una situación compleja, cuando nos encontramos en una encrucijada y cualquier decisión conlleva una contrapartida negativa.
Supone ser adultos; maduros para afrontar y tomar decisiones complejas. Encontrarse en una encrucijada donde cualquier decisión puede tener consecuencias negativas puede ser una situación desafiante. ¿Qué podemos hacer para gestionar estas circunstancias de la mejor forma?
Debemos analizar las opciones. Esto es, examinar todas las posibilidades disponibles y tratar de comprender las potenciales consecuencias de cada una. Haz una lista de los pros y contras, en MA Psicólogos nos encantan este tipo de ejercicios en lo que nos paramos a reflexionar, cuando se hacen bien son muy enriquecedoras. Hacer los pros y contras de cada decisión para tener una visión más clara de las implicaciones. También debemos priorizar nuestros valores. Reflexionar sobre nuestros valores y principios personales preguntándonos qué opción se alinea mejor con nuestros valores fundamentales, ya que esto puede ayudarnos a tomar una decisión más coherente con lo que es importante para nosotros a largo plazo.
En ocasiones puede ser positivo buscar asesoramiento externo. Hablar con personas de confianza, como familiares, amigos o colegas, para obtener diferentes perspectivas sobre la situación. A veces, una mirada externa puede ofrecer ideas y enfoques que no habías considerado.
Es evidente que debemos aceptar la posibilidad de asumir y tener que enfrentar problemas. Hemos de reconocer y aceptar que ninguna decisión es perfecta y que todas pueden tener problemas asociados. Aceptar esta realidad nos ayudará a manejar mejor las consecuencias negativas si ocurren.
Eso sí, siempre podemos reducir los riesgos:
- Si es posible, busca formas de mitigar los problemas potenciales asociados con cada opción.
- Identificar estrategias para minimizar los riesgos y las consecuencias negativas conlleva un esfuerzo que merece la pena.
- En este sentido otra opción viene por considerar el peor escenario. Imagina el peor resultado posible de cada decisión y evalúa si puedes manejarlo o si es algo con lo que podrías vivir. A veces, enfrentar nuestros miedos nos ayuda a ver que podemos manejar situaciones difíciles.
- Tenemos más opciones, como buscar soluciones intermedias. Si ninguna opción parece ideal, piensa si hay alguna combinación de decisiones o soluciones intermedias que puedas tomar para reducir los problemas.
- Es crucial que nos demos el tiempo oportuno para reflexionar. Si es posible, tómate un tiempo para pensar y reflexionar antes de tomar una decisión importante. No te sientas presionado a actuar rápidamente si no te sientes seguro.
- Tener en cuenta nuestra experiencia es otro factor vital. Recuerda que cada decisión es una oportunidad para aprender y crecer. Aunque puedas enfrentar problemas, también puedes obtener lecciones valiosas de cada situación.
En cualquier caso, sé amable contigo mismo ya que tomar decisiones difíciles puede ser estresante y agotador. Recuerda que eres humano y cometemos errores. Aprende a perdonarte a ti mismo si las cosas no salen como esperabas.
En última instancia, a modo resumen, debemos ser conscientes de que tomar decisiones difíciles es una parte inevitable de la vida. Aceptar que no siempre habrá una solución perfecta y confía en tu capacidad para enfrentar los desafíos que se presenten. Tómate el tiempo que necesites para tomar la decisión adecuada y recuerda que siempre hay oportunidades para aprender y crecer a partir de cada experiencia.