Desde MA Psicólogos Oviedo, especialistas en terapia para niños, adolescentes y adultos vamos a hablar de la discordia corporal y la afectación de los filtros de las redes sociales sobre esta cuestión.
La discordia corporal se refiere a la insatisfacción o malestar que una persona puede experimentar con respecto a su propio cuerpo. Este fenómeno puede estar influenciado por diversos factores, incluidos los estándares de belleza culturalmente establecidos, la presión social y las comparaciones con imágenes idealizadas que se encuentran comúnmente en los medios de comunicación y las redes sociales.
En el contexto de las redes sociales, los filtros y las herramientas de edición de imágenes pueden desempeñar un papel importante en la exacerbación de la discordia corporal. Las personas a menudo comparten imágenes que han sido retocadas para ajustar su apariencia, ya sea suavizando la piel, ajustando la forma del cuerpo o aplicando filtros que mejoran la apariencia general. Esto puede generar expectativas poco realistas sobre cómo debería lucir el cuerpo y contribuir a que las personas se sientan inseguras o insatisfechas con su apariencia real.
Es importante destacar que las imágenes en las redes sociales a menudo representan momentos seleccionados y cuidadosamente retocados, y no siempre reflejan la realidad completa. Esta discrepancia entre la realidad y la representación en línea puede afectar negativamente la autoestima y la percepción del cuerpo de las personas.
La conciencia sobre este fenómeno ha llevado a conversaciones más amplias sobre la importancia de promover la autenticidad en las redes sociales y de fomentar una cultura que celebre la diversidad de cuerpos y apariencias. Además, algunas plataformas de redes sociales han implementado medidas para abordar la edición excesiva de imágenes y fomentar un ambiente más realista y positivo.
En consecuencia de todo esto, la discordia corporal y los filtros en las redes sociales están interrelacionados, ya que los estándares de belleza idealizados presentes en las plataformas pueden contribuir a la insatisfacción con el cuerpo. No es extraño que los jóvenes acudan a las clínicas de estética buscando un resultado similar al que ofrece un filtro de una red social concreta… De hecho, los retoques estéticos han aumentado poderosamente en los últimos años, que coinciden paradójicamente con esta exposición mediática tan prominente.
La conciencia y la promoción de la autenticidad pueden desempeñar un papel crucial en mitigar estos efectos negativos. Entender que un filtro no deja de ser eso, una herramienta para “jugar” y no la esencia de lo que somos. En esta línea afrontar nuestra realidad y entender los complejos es una misión necesaria. No es cuestión de demonizar las redes, sino entenderlas al máximo para que no lleguen a ese extremo de hacernos daño y poder disfrutarlas de manera sana. El objetivo es gestionar nosotros las redes sociales en lugar de dejar que lleven la voz cantante condicionándonos y generándonos inseguridades.